jueves, 5 de septiembre de 2013

Smart Cities

http://mwcimpact.com/

Es habitual la pregunta "¿qué hay tras el concepto Ciudades Inteligentes?"; trato de dar brevemente mi punto de vista.

En primer lugar es fácil percibir una componente de moda/marketing en todo ello, lo cual no debe hacernos infravalorar el margen de mejora y las posibilidades que abre la tecnología al servicio de las ciudades. Sería justo reconocer que, anteriormente a la explosión mediática del término y de manera anónima e invisible, los servicios urbanos llevan mejorando constantemente su eficiencia desde hace décadas (hace 10 años que vi por primera vez sistemas centralizados de control de riego que en su día me parecieron de ciencia ficción, los centros de control de la EMT de Madrid o del Metro son también bastante "smart", y no digamos el de REE, pero nadie hablaba de ellos). En los últimos años la mayor novedad es la capacidad de sensorización y de tratamiento de grandes flujos de datos. En definitiva hoy es posible llevar a cabo una lectura muy granular de la todos los sistemas que conviven y se solapan en cualquier territorio, para acometer análisis y diagnósticos acertados, y para proponer soluciones. Esta capacidad no se limita a los flujos físicos vinculados a los consumos urbanos, sino que está llegando hasta la traza digital que dejan los ciudadanos en su actividad diaria, permitiendo su interpretación de una manera impensable hace pocos años. Una referencia en este ámbito es el Senseable City Lab del MIT.    

¿Qué iniciativas institucionales hay en marcha?
En nuestro país básicamente son: 

¿Puede alguien que se haya dedicado al urbanismo tradicional contribuir a esta nueva corriente?

Por supuesto, no sólo puede sino que debe: desde el lado del diagnóstico, propuesta y diseño conceptual de soluciones, elaboración de requerimientos, etc. Sin embargo, bien sea por el escepticismo de la profesión hacia la corriente smart, o bien sea por las barreras de acceso a un sector donde son fundamentales ciertos conocimientos mínimos de la tecnología empleada (Big Data, clowd computing, APIs, etc.), el hecho es que en todas las iniciativas que conozco el papel de los urbanistas es escaso. Las propuestas son lideradas por representantes de la política municipal, y desarrolladas por equipos técnicos donde el perfil predominante es informático/telecomunicaciones (por ejemplo en el CTN 178 hay pocos arquitectos o ingenieros urbanistas con experiencia en planes y proyectos de urbanización, por no hablar ya de sociólogos o geógrafos, siendo esto una carencia).

¿Qué recorrido tiene, qué retos afronta?

Tras el impulso inicial por parte de los proveedores de tecnología (IBM, SIEMENS, Schneider, etc) muchos de los proyectos están siendo desarrollados con fondos europeos del 7º programa marco. Sin embargo a menudo vale más el collar que el galgo, y muchos de los proyectos piloto no pasan la prueba del mercado, quedándose en eso, sin alcanzar la fase de servicio/producto. 

Los mayores retos son normativos, y no tecnológicos; por ejemplo, se favorecería mucho más el ahorro de agua pasando su tarificación de 1€/m3 a 3€/m3 (la sociedad y el sistema económico demandarían eficiencia) que subvencionando diez proyectos de investigación en sistemas de reutilización de aguas grises... En muchas ocasiones la tecnología existe, pero no pasa la prueba del mercado, porque, tal y como está la regulación, las soluciones simplemente no son sostenibles económicamente. Eso por no hablar de las incercias e intereses creados en torno a sistemas de suministro tradicionales poco respetuosos con el medio (v.g. sector eléctrico). Para incentivar la eficiencia es fundamental imputar las externalidades del excesivo consumo de recursos en sus costes, y lo natural es hacerlo por vía fiscal.  

¿Cuáles son los mejores ejemplos, las ciudades más "inteligentes"?

Respecto a referencias/paradigmas realmente la información que hay disponible en la web es bastante extensa, aunque a menudo superficial, no ahonda en los detalles técnicos. Significativamente, frente a experimentos ex novo como Songdo o Masdar, los diferentes rankings de ciudades inteligentes los suelen encabezar ciudades tradicionales como Viena o Copenhague, que, sin muchos fuegos artificiales, logran la máxima calidad de vida para sus ciudadanos.
Y es que las ciudades inteligentes simplemente persiguen los mismos viejos objetivos de la gestión urbana, pero con nuevas herramientas.