Las ciudades europeas
afrontan un futuro en el que seguramente el centro de gravedad económico va a
alejarse del continente. Este hecho, unido a la actual coyuntura, produce desasosiego
entre sus ciudadanos. Existen además otras amenazas importantes, como el más
que probable escenario del fin de la energía barata basada en el petróleo, o el
cambio climático, así como debilidades intrínsecas: estructura demográfica,
desequilibrios territoriales, pérdida relativa de competitividad.
Sin embargo no hemos de dejar de valorar que nuestro
punto de partida es realmente privilegiado. Debemos ser conscientes de las virtudes de las ciudades y de la sociedad
europea, sobre
las que podemos cimentar un futuro que garantice la prosperidad y el bienestar
de sus ciudadanos:
1| Fortalezas en la configuración urbana
/ciudades
compactas
/centros urbanos equilibrados y vitales,
diversidad de usos y de actividades
/buenas redes de transporte público
/buenas redes de transporte público
/participación
creciente de las energías renovables en el mix de producción.
/correctos niveles de eficiencia y de bienestar, como consecuencia de todo ello
2| Fortalezas socioeconómicas y culturales:
/correctos niveles de eficiencia y de bienestar, como consecuencia de todo ello
2| Fortalezas socioeconómicas y culturales:
/elevados
niveles educativos, cierto grado de concienciación medioambiental
/sociedad cualificada e innovadora
/sociedad cualificada e innovadora
/gran
patrimonio arquitectónico y artístico, elemento básico como tractor turístico
/gran patrimonio en dotaciones
e infraestructuras (pero también con grandes cargas de mantenimiento)
/experiencias
de relativo éxito en el crecimiento y en las transformaciones pasadas: absorción
de la inmigración campo-ciudad, paso de una economía industrial a una de
servicios, integración de la inmigración transfronteriza.
Considerando lo anterior
¿cómo es deseable que se transformen nuestras ciudades en las próximas décadas?
En primer lugar, en el
ámbito de la intervención física, ésta ha de basarse en la rehabilitación de
ámbitos urbanos consolidados: Europa afronta retos muy diferentes a los del resto
de continentes, ha de acometer la renovación de sus ciudades, en lugar de crecimientos
expansivos que son difícilmente justificables tanto en términos de demanda de
nueva vivienda (ausencia de previsiones de crecimiento demográfico), como en
términos medioambientales (el esparcimiento y la ocupación ineficiente de suelo resultan incoherentes con la
existencia de espacios urbanos en excelentes ubicaciones e infrautilizados). En
el proyecto y ejecución de este tipo de intervenciones deben considerarse múltiples
condicionantes, ya que generalmente es más sencillo proyectar desde cero nuevos desarrollos urbanos, como toca hacer en Iberoamérica, Asia o África, que transformar
ciudades preexistentes.
En paralelo se identifican
los siguientes campos de mejora en la gestión urbana:
1/soluciones
tecnológicas aplicables a los ciclos "físicos" del metabolismo (agua,
energía, movilidad, logística y RSU)... es aquí donde se centra el discurso en torno a las smart cities, porque sobre las respectivas redes de infraestructuras es
sencillo medir, evaluar y corregir ...pero el siguiente punto responde mucho más directamente a las demandas de la sociedad
2/solución de problemas no vinculados a flujos físicos (no tan fácilmente abordables con una aproximación tecnológica): acceso a la vivienda, educación, sanidad, configuración de entornos menos hostiles a las poblaciones extremas (niños, ancianos, discapacidatos), dinamización económica y por tanto creación de empleo. ¿cómo aplicar las soluciones Big Data en estos campos?
Apunto tres tendencias
clave que ya desgranaba en anteriores entradas, con gran influencia sobre el modo de abordar soluciones a esta segunda familia de cuestiones:
/Sociedad
interconectada: proyectos
crowd/colaborativos y de puesta
en común de conocimiento (ejemplos: censo de viviendas vacías, medidores de
contaminación que todos podemos poner en nuestra ventana); datos y conocimiento abierto
(desde el modelo coursera de acceso a la educación, a las plataformas de datos abiertos que permiten construir sobre ellas nuevos servicios), cambios en los patrones de consumo de
información y noticias (RRSS vs medios de comunicación tradicionales), etc. Además, una
sociedad interconectada es en consecuencia una sociedad generadora de datos, lo que nos lleva al siguiente
punto...
/Nuevas
capacidades de interpretación de la realidad urbana: empleo de grandes flujos
de datos geoposicionados y ordenados en el tiempo, que pueden hacer aflorar
redes no evidentes, relaciones espaciales y temporales que, una vez conocidas,
pueden ser la base para estructurar nuevos servicios, para optimizar los ciclos
urbanos e incluso para optimizar la configuración espacial de las ciudades. Hoy en día los planificadores y la gestores urbanos cuentan con nuevas herramientas para la toma acertada de decisiones, y esto es sin duda una oportunidad.
/Nueva
economía/nuevos servicios:
paso del valor de propiedad al valor de uso (toda la familia de iniciativas de
sharing); teletrabajo, flexibilidad, diferentes necesidades de movilidad, mejor
conexión oferta-demanda por microsegmentación, mayor intercomunicación entre
consumidores y por tanto mercados más transparentes; apertura de nuevos canales
de comunicación cliente-proveedor, mejor interpretación de las necesidades y
por tanto mayor influencia de los usuarios en la configuración del producto, lo
que puede devenir en el paso del consumo masivo de productos homogéneos al consumo
responsable y pertinente de servicios y productos particularizados para los
distintos tipos de usuario final.
Todo
ello empieza a ser una realidad ya, ¿cómo influirá en el mundo que veremos en
el horizonte próximo?, los ciudadanos seremos testigos de ello, pero también, cada vez más, agentes y protagonistas del cambio.